Visitamos las Ruinas de San Ignacio Miní, creadas a comienzos del siglo XVII.

¿Qué es una misión?

Las misiones son los asentamientos o colonias establecidas por misioneros para evangelizar regiones inhóspitas, y a su vez prestarles ayuda humanitaria. Significa cumplir la obra de Dios en Cristo y encarnar su presencia en el mundo de hoy. Es decir, ofrecer los dones de misericordia, verdad, justicia y compasión de formas que aporten vida a otros.

 ¿Cómo estaba organizada la misión?

Cada grupo familiar cultivaba una parcela de tierra en particular y otra comunitaria. De acuerdo a sus costumbres ancestrales los guaraníes cultivaban diversos vegetales como la batata y la mandioca, además de ser cazadores, pescadores. Los hombres hacían los trabajos rurales, de carpintería, herrería, arte y artesanías; eran maestros de los oficios. Las mujeres cuidaban a los niños, cocinaban, hilaban, tejían y tenían a su cargo las tareas domésticas. Todos participaban en trabajos artísticos y religiosos.
Con las ganancias de la producción sostenían a las mujeres solas y solventaban gastos de la iglesia, la educación y otras expresiones de la cultura.
El trazado urbano partía de una cruz, que como gesto fundacional marcaba el centro de la reducción y el corazón de la plaza. En uno de sus laterales sobresalía la iglesia que se complementaba con la residencia de los padres, colegio, talleres hacia un lado; mientras que la residencia de las viudas y el cementerio estaban del otro. Luego se acomodaban el cabildo, las tierras de cultivo y de labranza.
Con un sistema económico innovador se logró que cada reducción formara una unidad económica independiente. Se funcionaba en base a una economía de trueque y como tenían multitud de posesiones comunales, se favorecía un intenso tráfico entre las reducciones promoviendo una integración económica, social y política con sede central en Candelaria.